Cuando mi pastor Manuel Carrillo me hizo la invitación a este entrenamiento, no tenía idea de lo que se trataría ni tampoco el tiempo que duraría, sin embargo, no dudamos en aceptar el reto, ya que mi esposa Sandra Luz y un servidor estamos sirviendo al señor en el ministerio de niños,  y pensamos que sería interesante por el tema del mismo y la introducción que nos habían hecho nuestros pastores y en obediencia… henos aquí.

De entrada, fuimos viendo la gran necesidad que hay hoy en día, de la importancia y trascendente que es mantener la unidad familiar y los roles que deben desempeñar tanto el padre como la madre en mantener una familia sana, con valores cristo céntricos y formando hijos con identidad y carácter para formar esta y las futuras generaciones.

En  este entrenamiento, los padres fuimos expuestos a la palabra de Dios y lo que nos demanda con relación a la formación de los hijos y de la manera en la cual, a través del ejemplo y la disciplina con autoridad, debemos darles identidad y afianzarlos con valores fundamentados en lo que nos dice Dios a través de su palabra, así mismo, al interior de la familia, llevando una buena relación, que generen un ambiente confortable y agradable que les permita sentir el reino de Dios establecido al interior del hogar y de sus corazones. Fue realmente muy impactante para nosotros, el conocer las estadísticas de niños en condiciones de abandono por diferentes circunstancias, al igual de conocer la cantidad preocupante de madres solteras así como los hay también de padres solteros, fue algo que cimbro nuestros corazones, ya que por la ausencia del padre y/o la madre, aun estando en casa, es motivo del incremento de violencia tanto domestica como en la sociedad, y ha marcado fuertemente las generaciones actuales y comprometiendo seriamente las futuras generaciones por las diferentes corrientes ideológicas que han creado confusión y han perturbado la mente de nuestros niños hoy en día, a falta de la presencia del padre principalmente al interior del hogar y al interior del corazón de los hijos.

Hoy, después de haber cursado este entrenamiento, damos gracias a Dios, por habernos puesto en este grupo, y habernos expuesto a su palabra, tenemos claro el llamado y el compromiso, de ir por aquellos pequeños que están necesitados de que nuestro Padre Celestial les abrace, que aquellos padres que no han tenido claro su llamado a ser los sacerdotes de sus casas, conozcan de su palabra y puedan conocer de Él,  y los propósitos para sus vidas, que aquellas madres solteras, encuentren en su palabra, esa dirección, gracia y de su sabiduría para guiar a sus hijos, que seamos su instrumento y el canal de bendición para esas familias que están en necesidad de ser rescatados por y por su misericordia sean restaurados en el poderoso nombre de Jesús.

Hemos sido retados a buscar los medios para compartir tan valiosa información, tanto en nuestra iglesia, los ministerios que Dios nos ha confiado, los movimientos de misiones y de misericordia, principal y primeramente en nuestra familia todo lo aprendido en esta capacitación, para poder ser parte de este movimiento y poder hacer que las familias sean restauradas y que logren tener un pedazo del cielo en sus hogares, hemos sido testigos de esta necesidad, nos ha tocado vivir experiencias que aprietan nuestros corazones, en el ministerio de niños, en el cual servimos, en la atención de albergues infantiles del gobierno como los particulares patrocinados por  organizaciones cristianas, y hemos visto el daño en los niños, que han causado por la separación de los padres, por maltrato, drogas, situaciones de delitos entre muchos otros motivos, por lo cual, les fue retirado la custodia de los hijos, y es muy triste ver la manera en que crecen sin el amor y la atención de los padres, y más triste aun, sin conocer el amor de Dios en sus vidas, es por eso, y por el fruto de este entrenamiento, el que aceptamos el reto de ir por ellos, por los padres que necesitan tener todo este conocimiento que hemos recibido y un día ellos también lo compartan con otros padres en necesidad, con un corazón dispuesto oramos a Dios para que seamos su instrumento para hacer llegar todo esto a muchos, pero muchos padres, porque El Mundo Necesita Un Padre.

Agradecemos primero a Dios y también a cada uno de los instructores y fieles servidores en este entrenamiento por todo lo enseñado en estos cuatro meses, Dios les bendiga.

José Ricardo y Sandra Luz Fierro.

Mexicali, B.C. Agosto 20 del 2020

Mexico